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Población y Conservación del Xoloitzcuintle (Perro sin Pelo Mexicano)


El xoloitzcuintle – también llamado xoloitzcuintli o perro sin pelo mexicano – es una raza canina ancestral estrechamente ligada a la cultura prehispánica de México. Se le considera una de las razas de perro más antiguas y raras del mundo (About Xolos — Xoloitzcuintli Club of America), con evidencia arqueológica de más de 3,000 años de antigüedad. A lo largo de su historia, esta raza ha enfrentado fluctuaciones dramáticas en su población: estuvo cerca de desaparecer en el siglo XX, pero gracias a esfuerzos de criadores y organismos oficiales se ha recuperado en las últimas décadas. A continuación se detalla cuántos ejemplares existen en México y en el mundo según fuentes oficiales, y cuál es su estado de conservación, incluyendo si se encuentra en peligro de extinción actualmente o lo estuvo en el pasado, y los factores que han afectado su población.

Población en México

 

En su país de origen, México cuenta con unos pocos miles de xoloitzcuintles. De acuerdo con el Censo Nacional Canino, se estima que en México hay alrededor de 5,000 Xoloitzcuintles registrados en criaderos y hogares (The Xoloitzcuintli: The Beloved Dog of Mexican Culture - Blog Xcaret). Este número refleja la población identificada formalmente (ejemplares con pedigrí o registro); la cantidad total podría ser algo mayor si se consideran individuos no registrados. Aun así, comparado con otras razas caninas, el Xolo es poco común en el país.

 

Es importante destacar que México ha reconocido la importancia cultural de esta raza: en 2016, el gobierno declaró al Xoloitzcuintle como patrimonio cultural y símbolo de la Ciudad de México (Xoloitzcuintle - Wikipedia, la enciclopedia libre).

 

Históricamente, México ha sido el principal refugio de los xolos. Gracias a programas de reproducción locales desde mediados del siglo XX, la población nacional se ha mantenido y crecido lentamente. Hoy en día, existen criadores especializados en varios estados del país, dedicados a preservar la raza. No obstante, el Xoloitzcuintle sigue siendo un perro raro de encontrar en comparación con razas populares; su presencia se limita principalmente a entusiastas, criadores y espacios como el Museo Dolores Olmedo en Ciudad de México (donde se exhiben ejemplares de Xoloitzcuintle como parte del acervo cultural).

 

Población a nivel mundial

 

A nivel global, la población total de Xoloitzcuintles se cuenta en apenas unas pocas decenas de miles de ejemplares. Las estimaciones varían según la fuente. Hacia 2011, por ejemplo, se calculaba una población mundial de aproximadamente 30,000 Xoloitzcuintles (The Xolo: Back in the Saddle Again). En esa fecha, se estimaba que en Estados Unidos había menos de 1,000 ejemplares registrados (The Xolo: Back in the Saddle Again), reflejando la rareza de la raza incluso en el extranjero. Otras estimaciones más conservadoras señalan que podría haber solo unos 4,000 Xoloitzcuintles registrados en el mundo (What is the Xoloitzcuintle, Mexico's hairless hound?), lo que evidencia que sigue siendo una raza poco numerosa globalmente.

 

Fuera de México, varios países han desarrollado poblaciones pequeñas pero crecientes de Xolos. En Estados Unidos y Canadá existen clubes de la raza y la cantidad de ejemplares ha ido en aumento tras su reintroducción en el American Kennel Club en 2011. Países de Europa también han importado Xolos; Rusia, en particular, ha mostrado un notable interés en la raza. De hecho, en años recientes Rusia se ha convertido en una potencia en la crianza de Xoloitzcuintles, llegando a tener un número de ejemplares similar (o incluso superior) al de México (Rusia supera a México como el primer país de crianza de perros xoloitzcuintles, demostrando que estos perritos se adaptan a cualquier región. – Centro Noticias Oaxaca). Entusiastas rusos organizan exposiciones nacionales de Xolos (13 ediciones hasta 2022) y la demanda como mascota exótica ha crecido (Rusia supera a México como el primer país de crianza de perros xoloitzcuintles, demostrando que estos perritos se adaptan a cualquier región. – Centro Noticias Oaxaca). Después de Rusia, otros países europeos como Suecia también cuentan con una comunidad activa de criadores de Xolo. A pesar de esta dispersión internacional, el volumen total sigue siendo bajo comparado con razas populares – lo que refuerza la necesidad de monitorear y coordinar la reproducción de Xoloitzcuintles a nivel global para mantener su acervo genético.

 

Estado de conservación y riesgo de extinción

 

Actualmente el Xoloitzcuintle no se considera en peligro de extinción inminente, pero sí es una raza que requiere atención para asegurar su preservación. Dado que se trata de una raza doméstica, la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) no incluye al Xoloitzcuintle en su Lista Roja de especies amenazadas; dicha lista se enfoca en especies silvestres, no en razas animales de compañía. Sin embargo, dentro del ámbito de la cinología (crianza de perros de raza), el Xoloitzcuintle ha sido catalogado como una raza vulnerable. De hecho, algunos expertos y asociaciones de criadores lo clasifican oficiosamente como “en peligro crítico” de desaparición como raza (El Xoloitzcuintle en peligro de extinción: la importancia del esfuerzo de conservación de Xolos Ramirez - criadero de perros xoloitzcuintle en mexico), dado lo reducido de su población y la escasez de líneas de sangre distintas para su crianza (solo unas pocas familias o líneas genéticas dominan la raza) (Xoloitzcuintle - Wikipedia, la enciclopedia libre).

 

En la práctica, esto significa que aunque hoy existan varios miles de Xolos, su acervo genético es limitado y depende de un número pequeño de ejemplares fundadores. Las principales federaciones canófilas (como la Federación Canófila Mexicana y clubes internacionales de la raza) mantienen programas de crianza responsable y registros genealógicos para evitar la endogamia y aumentar la variabilidad genética de la población (Xoloitzcuintle - Wikipedia, la enciclopedia libre). Gracias a estos esfuerzos de conservación activa, la raza ha logrado recuperarse del punto crítico en que se encontraba a mediados del siglo XX. Hoy día, el Xoloitzcuintle cuenta con reconocimiento oficial en organizaciones cinológicas de numerosos países, lo que incentiva su crianza controlada. En resumen, el Xolo no está extinto ni en peligro inmediato, pero su condición de raza rara implica que debe ser atendida cuidadosamente para garantizar su continuidad a largo plazo.

 

Historia y factores que han afectado su población

 

A lo largo de la historia, diversos factores han impactado drásticamente la población de Xoloitzcuintles – desde la época de la conquista hasta tiempos modernos. Entre los principales factores históricos que redujeron sus números se incluyen:

  • Caza y consumo humano: En épocas prehispánicas y durante la colonización española, los Xolos fueron utilizados como fuente de alimento en ceremonias y banquetes. Hernán Cortés describió a estos perros como un “manjar” apreciado, y se cree que la sobreexplotación con fines gastronómicos contribuyó a su casi extinción en los años posteriores a la Conquista (What is the Xoloitzcuintle, Mexico's hairless hound?). Los conquistadores europeos, al llegar, consumieron muchos Xoloitzcuintles, lo que diezmó la población nativa (How much do you know about the Xolo, the Mexican hairless dog?).

  • Introducción de perros europeos y enfermedades: La llegada de razas caninas europeas tras la Conquista tuvo un doble efecto negativo. Por un lado, introdujeron enfermedades para las cuales los Xolos no tenían resistencia, mermando su número (¿El mejor perro? Rusia es el segundo país en crianza del mitológico xoloitzcuintle mexicano - Infobae). Por otro lado, hubo cruzas no controladas entre los Xolos y los perros traídos por los colonizadores, diluyendo la pureza de la raza. Esta interacción con canes foráneos hizo que el Xoloitzcuintle “puro” fuera cada vez más escaso en estado criollo.

  • Pérdida de interés y persecución: Durante la época colonial y buena parte de la era moderna, el Xoloitzcuintle pasó de ser un animal sagrado para las culturas indígenas a ser visto como un perro corriente o incluso indeseado. La falta de interés en criarlo y preservarlo llevó a que la raza casi desapareciera por completo. Ya para inicios del siglo XX, los avistamientos de Xolos eran raros y muchos asumían que la raza se había extinguido.

  • Rescate por aficionados y criadores: A inicios del siglo XX hubo pequeños intentos de revalorizar al Xolo (por ejemplo, durante el movimiento nacionalista post-revolución mexicana en la década de 1920). Figuras como Frida Kahlo y Diego Rivera ayudaron a mantener vivo al Xoloitzcuintle, teniéndolos como mascotas y difundiéndolos en el arte – se les atribuye haber “rescatado al Xolo del olvido y la extinción” en ese periodo (El perro 'azteca' que se cría en Rusia y fue la mascota preferida de Frida Kahlo). No obstante, estos esfuerzos aislados no bastaron para recuperar la población en general.

  • Intervención de federaciones caninas (mediados del siglo XX): El punto de inflexión llegó en la década de 1950. Ante la alarmante escasez de Xolos, la Federación Canófila Mexicana (FCM) y la Federación Cinológica Internacional (FCI) tomaron cartas en el asunto (Xoloitzcuintle - Wikipedia, la enciclopedia libre). En 1954 se organizó la famosa “Expedición Xolo”, con apoyo de la FCI, en busca de ejemplares puros en comunidades remotas de México. El resultado fue dramático: solo lograron encontrar 10 Xoloitzcuintles puros que cumplían con las características de la raza (What is the Xoloitzcuintle, Mexico's hairless hound?). Con estos pocos sobrevivientes se inició un programa de cría dirigido. El 1 de mayo de 1956, la FCM estableció el primer registro oficial de la raza y un estándar breed, marcando la salvación del Xoloitzcuintle en su tierra natal (Xoloitzcuintle - Wikipedia, la enciclopedia libre). Desde entonces, gracias a criadores dedicados, la población se ha recuperado lenta pero constantemente.

En conclusión, el Xoloitzcuintle sí estuvo en peligro crítico de extinción en el pasado, especialmente durante la primera mitad del siglo XX, cuando quedaban muy pocos ejemplares puros. Los factores combinados de explotación por los humanos, enfermedades importadas y desinterés casi acaban con esta raza milenaria. Afortunadamente, la intervención oportuna de asociaciones de criadores y amantes de la raza en México (con apoyo internacional) permitió su recuperación. Hoy la población de Xolos se mantiene estable aunque reducida, y continúa en aumento moderado gracias a la crianza responsable. Si bien no se considera una especie “en peligro” en términos ecológicos, la raza permanece bajo vigilancia conservacionista en el sentido de manejo de población: los expertos siguen trabajando para que el Xoloitzcuintle jamás vuelva a acercarse a la extinción, preservando así este tesoro vivo del patrimonio mexicano (About Xolos — Xoloitzcuintli Club of America) (Xoloitzcuintle - Wikipedia, la enciclopedia libre).

 

 

Fuentes: Datos basados en registros de la Federación Canófila Mexicana, estimaciones de clubes de raza internacionales y organismos de conservación. Se han consultado cifras reportadas en censos oficiales y artículos especializados, así como la bibliografía histórica sobre el Xoloitzcuintle (The Xoloitzcuintli: The Beloved Dog of Mexican Culture - Blog Xcaret) (The Xolo: Back in the Saddle Again) (What is the Xoloitzcuintle, Mexico's hairless hound?). Cada cifra y hecho histórico citado proviene de fuentes reconocidas (por ejemplo, Infobae, Mexico News Daily, Wikipedia con referencias de la FCM, entre otras), priorizando información de organismos oficiales y asociaciones de criadores. Las referencias adjuntas respaldan los datos clave sobre la población y estado de conservación del Xoloitzcuintle.

Somos Xolos Ramirez, El Mejor Criadero Xoloitzcuintle en México.

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