
Si Norman P. Wright (investigador ingles que comandó la famosa “Expedición de Balsas” para acopiar ejemplares Xoloitzcuintle) hubiese dimensionado su famosa frase acerca de que los Xoloitzcuintle con pelo son “un salto pa’ tras” pensando que eran reminiscencia de la contaminación con razas de perros europeos desde la Conquista, seguramente no la habría expresado y hubiese investigado más al respecto, pero el conocimiento de mediados del siglo XX acompañado de una fuerte corriente nacionalista post-revolucionaria, vino a sumergir prácticamente en el anonimato a dicha variedad.
Años más tarde gracias al trabajo de Schnaas (El perro pelón: Mito, Fantasía y Biología,1974) determinó el carácter mendeliano que tiene la genética de la raza, estableciendo que el perro pelón es un individuo heterocigoto. Beckeer en su tesis “¿El xoloitzcuintle, una displasia ectodérmica autosómica dominante? (1989)”, describe la condición de la desnudez como un factor de mutación o anomalía que dio la característica de la raza por mucho tiempo; el Dr. Valadez, en conjunto con otros investigadores, reafirmó estos estudios en sus diversas investigaciones arqueozoologicas y moleculares; la identificación del gen FOX 13 mutante que provoca esa condición genética vino a ser descrita en 2008 por los trabajos de Drogemuller y su equipo; este gen formador de estructuras como la piel y dientes, al estar presente en forma mutante provoca cambios durante la vida embrionaria del producto que lo porta, derivando a la displasia ectodérmica. Todo ese conocimiento no estuvo al alcance de artistas y canofilos, quienes desdeñaron al xolo con pelo y lo mandaron al ostracismo por decenas de años.

El interés por esta variedad hoy en día viene acompañado de muchos estudios contundentes, donde se establece que todas las camadas serán mixtas (nacerán ejemplares con y sin pelo) desde el punto de vista de la probabilidad, usando uno o dos ejemplares pelones como progenitores y de la aceptación de la biología completa de la raza.

La genética del Xoloitzcuintle ha sido perfectamente establecida: al cruzar dos perros pelones y tanto el óvulo como el espermatozoide poseen el gen “sin pelo”, no se forma un nuevo individuo porque este gen es de condición letal, no apto para la vida. La única opción para dar origen a un Xoloitzcuintle pelón es la combinación de un gen con el dato “sin pelo” y otro con el gen “con pelo”, es decir, individuos heterocigotos. Los individuos pelones hijos de padres de la misma condición, también presentarán por efecto de esa displasia un desarrollo menor de la dentición, con dientes de forma cónica rudimentarios, además la piel no tiene glándulas sebáceas y sudoríparas y los folículos pilosos los presenta atrofiados, ya que no se desarrollan por completo. Para el caso de la variedad con pelo, al ser un organismo homocigoto recesivo solo es capaz de conservar su característica de pelo cruzándose con otro ejemplar con pelo, por tanto, cualquier combinación donde se involucre a un individuo pelón, ya sea pelón con pelón o pelón con pelo dará en prácticamente todos los casos camadas mixtas, teniendo al azar genético como factor condicionante.

Los ejemplares con pelo de la raza Xoloitzcuintle deben ser en tipo, proporciones y estructura igual a su contraparte displásica (sin pelo), ya que se obtiene de la misma combinación de genes, estos ejemplares pueden aportar a la crianza elementos importantes e interesantes, como son: vigor genético, que se refleja en el mantenimiento de la sustancia ósea y tono muscular, mejor conformación de la mordida, así como mejoría de la pigmentación en los Xoloitzcuintle sin pelo y muy importante ,una seria mejoría en el temperamento de toda la raza.

Desde épocas remotas las culturas que se establecieron en Mesoamérica, como en todo el mundo, tuvieron al perro con una fuerte carga mítica, relacionándolos con diversos aspectos como la fertilidad, la travesía al inframundo, el valor, el acompañamiento en sus diversas actividades tanto afectivas como de supervivencia, es por ello que la valoración del Xoloitzcuintle con pelo debe estar a la par del sin pelo, porque ambos constituyen esa dualidad mítica representada en el juego del día y el ocaso, de los Venus matutino y vespertino, del andar hacia el Mictlán en el ciclo de la vida y la muerte. Valoremos por igual al Xoloitzcuintle con pelo y al sin pelo.

Fuentes Consultadas: Campos Alberto 2020,Localizado en www.perrrospurasangre.
Fotografías: Propiedad de Xolos Ramírez
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